Un showroom virtual es un escaparate que cuenta con la gran ventaja de no estar limitado al espacio físico de exposición, sino que puede trasladarse a diferentes contextos o entornos. Esto permite a los comercios acercar sus productos a los consumidores, quienes, a través de sus réplicas virtuales, pueden hacerse una idea muy aproximada sobre cómo son antes de comprarlos.
En los showrooms virtuales, se aprovechan las ventajas de las tecnologías inmersivas para ofrecer mejores experiencias comerciales, tanto desde el punto de vista del marketing como del proceso de compra.
Qué es un showroom virtual
El término ‘showroom’ puede traducirse como ‘espacio de exposición’, por lo tanto, un showroom virtual es literalmente un entorno digital que reproduce virtualmente un espacio de exposición físico. Lógicamente, este espacio virtual incluye los artículos de exposición, que se replican en 3D.
Estos escaparates digitales son especialmente útiles para mostrar fácilmente productos que son difíciles de transportar como, por ejemplo, muebles o vehículos. El posible comprador no necesita desplazarse a un lugar concreto que, además, en este tipo de productos, por el espacio que necesitan, suele estar alejado de los centros poblacionales.
El cliente puede ver e interactuar con los elementos que forman el showroom virtual, lo cual resultará de gran ayuda para que se decida a materializar la compra. El clásico “ver antes de comprar” se vuelve mucho más sencillo y accesible para un mayor espectro de clientes potenciales.
Gracias a las tecnologías disponibles, un showroom virtual puede estar incorporado en una web o app, o incluso se puede transformar cualquier espacio en un showroom.
Tecnologías que se utilizan en los showrooms virtuales
Los showrooms virtuales ofrecen experiencias inmersivas e interactivas que se basan en las reconstrucciones 3D de entornos y objetos. Por ello, algunas de las principales tecnologías que se usan para la creación de showrooms digitales son:
Showrooms de realidad virtual
La realidad virtual permite visitar un showroom en el que se muestre cualquier tipo de producto o servicio simplemente a través del uso de algún dispositivo de RV como gafas o cascos.
Sin necesidad de desplazarse, el usuario puede examinar el producto en un entorno digital dinámico, que ofrece una experiencia completamente distinta a la página web, ya que rompe la “barrera” de la pantalla y convierte al posible comprador en protagonista.
Esta tecnología se está utilizando de varias formas; una de las más comunes son los tours virtuales que pueden, por ejemplo, no solo mostrar cómo es un vehículo, sino que permite al usuario incluso tener la sensación de estar conduciendo.
También se utiliza la RV para crear tiendas virtuales que serían como los pop-ups (tiendas efímeras o temporales), pero con una logística mucho más sencilla. Otras aplicaciones son los catálogos o presentaciones de varios productos, o su incorporación en eventos de marketing experiencial, que está demostrado que consiguen un mayor engagement (implicación emocional) y confianza en la marca.
Showrooms con realidad aumentada
La realidad aumentada es la tecnología que nos permite transformar cualquier espacio en un escaparate. La posibilidad de incorporar elementos virtuales en 3D a un entorno físico permite que el cliente pueda ver y manipular el producto en cualquier sitio, desde la propia tienda hasta el salón de casa. Esto está abriendo el abanico de aplicaciones de la RA en el sector retail, no solo en showrooms virtuales, sino también en otro tipo de experiencias.
Una de las grandes ventajas de la RA es que ni siquiera necesita que el usuario disponga de un dispositivo específico para disfrutar de la experiencia. Solo es necesario un smartphone, algo de lo que dispone más de la mitad de la población en España. Así, las posibilidades de acceso se multiplican, a la vez que se reducen los costes.
En algunos casos, sí que es necesario descargar una app, pero, con la web AR, ni siquiera es obligatorio. Existen experiencias de RA a las que se accede directamente desde el navegador, sin necesidad de descarga alguna. Un ejemplo de ello es el catálogo de juguetes que desarrollamos para Carrefour. Antes de comprar, el cliente puede ver en 3D el color, tamaño o textura del juguete real, e incluso comprobar en qué estantería lo puede colocar si lo adquiere.
Modelado 3D: base del showroom virtual
Las reproducciones digitales que se incorporan en los showrooms virtuales no son simples reconstrucciones aproximadas, sino que cada vez se consiguen resultados más realistas y precisos. Las técnicas de escaneado 3D como, por ejemplo, la fotogrametría, permiten mostrar los objetos con un alto grado de detalle y, además, desde distintas perspectivas, en movimiento, con posibilidad de ser manipulados, etc.
Merece la pena destacar la nueva técnica de renderización 3D Gaussian Splatting, surgida en agosto de 2023, que abarata los costes hasta un 90% con respecto a la fotogrametría y escaneado 3D, manteniendo al máximo el realismo.
Los productos que se muestran en un showroom virtual son reproducciones fieles del original, pero con la posibilidad de poder ser vistos en cualquier espacio. Por lo general, los showrooms virtuales se utilizan para reproducir artículos de gran volumen, pero también podemos aprovechar escaparates virtuales de menor tamaño. Por ejemplo, en Foodiverse.io desarrollamos la primera carta en web AR a la que se accede simplemente desde un código QR; en lugar de ver una lista con los nombres de los productos de la carta, el cliente puede ver qué va a comer, una reproducción 3D de los platos que se ha desarrollado a partir de múltiples fotografías del producto original.
Ventajas de incorporar los showrooms virtuales en el comercio
Los showrooms virtuales rompen las limitaciones espaciales y temporales; el usuario puede acceder al producto desde cualquier lugar y, según el tipo de experiencia que sea, en cualquier momento. Además, estos entornos digitales ofrecen las mismas ventajas que las visitas presenciales a los espacios expositivos de los locales comerciales o a eventos especiales, pero con una logística y unos costes en general mucho más reducidos.
En definitiva, un showroom virtual permite experiencias que de otro modo no serían posibles. Pero, además, de cara a la experiencia del cliente, los beneficios son múltiples. Desarrollar este tipo de experiencias demuestra que la marca se preocupa por el cliente y que se muestra accesible y transparente respecto a su trabajo. Estos son valores muy apreciados que generan vínculos emocionales de confianza y fidelización entre la marca y el cliente, y que ayudan a destacar y diferenciarse de la competencia.
Como hemos visto, las formas y funciones de los showrooms virtuales son diversas, pero en todos los casos se traducen en mayor visibilidad para tu producto y valor añadido. En Many·Worlds, te ayudamos a descubrir cómo este tipo de experiencias te pueden ayudar en tu negocio.