Con demasiada frecuencia, y de manera equivocada, se limita el uso de la tecnología inmersiva al sector del entretenimiento. Sin embargo, las experiencias inmersivas con realidad virtual o realidad aumentada también están aportando grandes beneficios a ámbitos tan dispares como el de la educación o la sanidad, por poner dos ejemplos.
Otro de los sectores que más se ha beneficiado de las aportaciones de las tecnologías inmersivas es el de la cultura. Desde hace años, se está apostando por este tipo de experiencias; de hecho, la introducción de la realidad aumentada en los museos fue una de las primeras formas de acercar esta tecnología a un público más mayoritario y generalista.
Cómo se está utilizando la realidad aumentada en los museos
El principal uso que se está haciendo de la realidad aumentada en los museos es añadir información sobre aquello que se expone. Pueden ser datos sobre la procedencia o el proceso de gestación de determinada obra, o puede tratarse de recreaciones históricas que nos sitúen en la época o completen la información que se haya podido perder por el paso del tiempo.
Recrear escenas del pasado con realidad aumentada se ha convertido en una herramienta muy útil para entender cómo vivíamos en otras épocas o cómo eran algunos de los objetos o acontecimientos que marcaron la Historia. Este uso de la realidad aumentada no solo se da en los museos, sino que también es común en yacimientos arqueológicos o directamente en las calles de una ciudad para conocer su pasado. Ha llegado incluso a la televisión; en el programa sobre Historia de RTVE “El condensador de fluzo” puede verse muy bien cómo las recreaciones históricas en realidad aumentada nos permiten ver de manera gráfica, por ejemplo, cómo fue la imprenta de Gutenberg o la primera gran emigración de la Historia.
A través de las experiencias de RA, es posible convertir cualquier espacio en un museo. La realidad aumentada permite trasladar las obras de arte al aire libre de manera fácil, o mostrar con todo lujo de detalles qué ocurrió en determinado momento histórico por muy complejo que sea. Del mismo modo, puede transformar un objeto inerte como una obra de arte en un espacio vivo que adquiera una nueva dimensión.
Además, esta tecnología se utiliza también para crear avatares que sirvan de guía para los visitantes. Por ejemplo, puede ser un asistente virtual que ofrezca información útil sobre el espacio o la exposición, o puede tratarse de una recreación del propio artista de la obra que nos hable de su vida y su trabajo en primera persona.
Ventajas de introducir la realidad aumentada en el sector cultural
A diferencia de la realidad virtual, que necesita un hardware específico para poder introducir al usuario en la experiencia inmersiva, con la realidad aumentada el acceso es más directo. Antes, por lo general, se accedía a través de una aplicación, pero, en la actualidad, gracias a la web AR, ni siquiera hace falta descargar ningún tipo de app. Simplemente se necesita un dispositivo con internet, que puede ser un móvil, para acceder a la experiencia de AR.
Así pues, los visitantes pueden acceder a experiencias de AR en los museos a través de una app específica que se haya desarrollado o directamente apuntando con su móvil hacia un código QR u otro tipo de señal. Esto abre la experiencia a un mayor número de personas y reduce notablemente los recursos y la logística que se necesitan para poner en marcha experiencias similares que se realizarán con elementos físicos (por ejemplo, guías o actores) o utilizan otro tipo de tecnología (ej., simuladores).
El uso de RA en los museos tiene las mismas ventajas que las experiencias interactivas presenciales. El visitante se convierte en sujeto activo que no se limita solo a ver imágenes 2D o un lugar lleno de vestigios del pasado, sino que recibe muchos más estímulos que le invitan a formar parte de la historia. Además, la realidad aumentada ayuda a que la experiencia sea más atractiva, añadiendo valor a la exposición.
Está demostrado que este tipo de experiencias inmersivas apelan a la parte emocional de las personas, las involucra, y, por eso, resultan más memorables. La RA en la cultura ayuda al aprendizaje; además de despertar sentimientos, se adquiere conocimiento.
Ejemplos del uso de la realidad aumentada en museos
Hay múltiples ejemplos de experiencias de realidad aumentada en museos, desde las capitales más punteras del mundo hasta instituciones situadas en pequeñas poblaciones que suman un reclamo turístico más gracias a este tipo de experiencias.
En San Francisco, por ejemplo, en el museo de Young Museum, acaba de inaugurarse una exposición sobre moda que permite a los visitantes probarse de manera virtual trajes de diseñadores como Yves Saint Laurent o Valentino, con una calidad y realismo que está a años luz de los famosos paneles de figuras con la cabeza recortada.
En París, el Museo Nacional de Historia Natural cuenta con una exposición que recrea todo tipo de animales a tamaño real, desde una tortuga gigante a un simple escarabajo. En cambio, la National Gallery de Londres hizo lo contrario: en lugar de traer elementos del exterior al museo, sacó sus obras a las calles de la ciudad; los usuarios, a través de su teléfono, pueden ver los cuadros de la galería luciendo en distintos rincones de la capital inglesa.
También en España la unión entre tecnologías inmersivas y cultura se está ampliando cada vez más. Por ejemplo, recientemente, la sala Matadero de Madrid ha inaugurado un Centro de Experiencias Inmersivas (MAD, Madrid Artes Digitales) donde puede verse, entre otros, una exposición sobre los últimos días de Pompeya. Barcelona también cuenta con una amplia oferta de experiencias inmersivas, aunque estas no llegan solamente a las grandes ciudades. En León, por ejemplo, a finales del 2023, se estrenó la herramienta “Augmented City” que ofrece información histórica, artística, cultural y arquitectónica sobre la ciudad con realidad aumentada y también realidad virtual.
Entre los trabajos que hemos realizado en Many·Worlds, también hemos desarrollado experiencias inmersivas para el sector cultural y turístico. Por ejemplo, para los visitantes de Las Setas de Sevilla, desarrollamos una app gratuita de realidad aumentada que también ofrece otros contenidos como una visita virtual a este y otros monumentos de la ciudad, modelos 3D y guías oficiales interactivos, rutas o miradores orbitales, entre otros.
Además, en colaboración con la empresa Ibercover creamos “Parques XR Castilla – La Mancha» para vivir una experiencia en realidad aumentada y realidad virtual en los escenarios más espectaculares de la comunidad.
Este es tan solo un ejemplo de las múltiples posibilidades que ofrece la realidad aumentada para los museos y otros espacios o iniciativas culturales. Solo se necesita una idea, nosotros nos encargamos de ejecutarla; así que, si quieres mejorar tu proyecto con el uso de tecnología inmersiva, ponte en contacto y nos ponemos manos a la obra.
