Hoy en día, cuando se habla sobre tecnologías inmersivas, por lo general, se suele hacer referencia a los componentes de la realidad extendida, sobre todo, la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA), que tienen elementos en común, pero son diferentes. En el primer caso, se genera un entorno virtual 360° al que el usuario accede por medio de distintos dispositivos como las gafas de RV; mientras que la RA permite introducir elementos digitales en espacios físicos a través de distintos métodos (proyecciones, código QR, superposición, web AR).
Estas tecnologías inmersivas permiten la creación de experiencias digitales más realistas, interactivas y memorables, que no se limitan al sector del entretenimiento, sino que cada vez van teniendo más representación en otras industrias.
Uno de los múltiples ámbitos que se han visto beneficiados por los avances técnicos que incluyen este tipo de experiencias inmersivas es el del desarrollo 3D, no solo por las mejoras en cuanto a calidad o eficiencia a nivel gráfico o visual, sino también por cómo benefician en la creación de productos 3D.
¿Qué son las tecnologías inmersivas?
Las tecnologías inmersivas crean experiencias digitales únicas gracias a la fusión de los mundos físico y digital. En la realidad virtual, se produce la inmersión del usuario físico en un entorno digital; en la realidad aumentada, se da la inmersión de escenarios u objetos virtuales en un entorno físico. En ambos casos, el usuario puede interactuar con los elementos digitales, ambos mundos están conectados.
El uso de la tecnología para crear experiencias inmersivas se remonta a mediados del siglo XX, cuando se empezó a experimentar con los cines “sensoriales”, en los que se acompañaba la proyección de la película con sistemas de sonido envolvente o vibraciones en los asientos, entre otros.
Pero, con la digitalización, el grado de sofisticación de este tipo de experiencias es mucho mayor. Una de las principales ventajas de las tecnologías inmersivas es que, con ellas, se puede reproducir prácticamente cualquier objeto o escena en cualquier lugar, lo cual ofrece múltiples posibilidades y beneficios.
Aplicaciones de las tecnologías inmersivas
Según datos de Perkins Cole de 2019, la industria del juego es donde más se aplica y más se invierte en las tecnologías inmersivas de realidad extendida. Le sigue el sector de la sanidad, donde se utilizan las experiencias inmersivas para el tratamiento de enfermedades psicológicas (por ejemplo, para tratar fobias), pero también se usan estas tecnologías en la teleasistencia y la formación de sanitarios.
En otros sectores donde aumenta el uso de estas tecnologías son en educación, industria, marketing, comercio o el sector inmobiliario.
Destaca el creciente uso de las tecnologías inmersivas en la industria. La llamada industria 4.0 aprovecha la posibilidad de poder simular de manera realista y precisa todo tipo de productos o situaciones para la formación profesional, pero también para mejorar y ampliar las posibilidades en áreas como el diseño industrial, desarrollo de prototipos, mantenimiento o logística. Se espera, además, que las tecnologías inmersivas tengan mucha incidencia no solo en ingeniería y desarrollo de producto, sino que ayuden a perfeccionar procesos y así aumentar la productividad.
Entre los beneficios de las tecnologías inmersivas aplicadas a la industria, se encuentran la reducción de costes y el aumento de la sostenibilidad. Las experiencias desarrolladas con estas tecnologías, sean para formación o para desarrollar y testear productos, son mucho más realistas que las que se ofrecen en entornos 2D, pero, al mismo tiempo, son más económicas y fáciles de implementar que organizar cursos presenciales o utilizar prototipos reales.
Tecnologías inmersivas en desarrollo 3D
El desarrollo 3D, es decir, la creación de objetos digitales en tres dimensiones se ha visto muy beneficiado por los avances de las tecnologías inmersivas, de las que también forma parte. Son áreas que se retroalimentan, aunque es indudable que el modelado 3D ha vivido un gran salto cualitativo en cuanto a resultados y a eficiencia en los procesos de producción.
Una de las grandes aplicaciones de las tecnologías inmersivas es la posibilidad de generar “gemelos digitales” (digital twins), versiones digitales dinámicas de objetos o escenarios que se pueden manipular y someter a distintas pruebas, lo que permite detectar posibles fallos o realizar mejoras que luego se aplican al producto físico o al protocolo final. Esto supone un gran ahorro de tiempo y recursos que se pueden destinar a otras áreas, además de minimizar riesgos.
Por ejemplo, para el sector sanitario, se está trabajando con prótesis de realidad aumentada que los profesionales pueden aprender a utilizar con pacientes virtuales antes de tratar con personas.
Del mismo modo, las tecnologías inmersivas se usan también para diseñar y utilizar brazos robóticos o maquinaria de impresión 3D, ya que, a través de dispositivos de RV o RA, un operador puede conectarse a la máquina y manipularla a distancia.
Un ejemplo reciente y cercano que relaciona tecnologías inmersivas y desarrollo 3D es la Unidad de Planificación Avanzada y Manufactura (UPAM 3D), una unidad multidisciplinar del Hospital Gregorio Marañón de Madrid que diseña y fabrica productos sanitarios personalizados en 3D. Desde hace poco, incorporan la realidad aumentada y la impresión 3D en el propio quirófano.
Asimismo, la aplicación de las tecnologías inmersivas en el ámbito de la sanidad, cada vez son más comunes. Es el caso de uno de los proyectos de Many·Worlds, desarrollado en colaboración con el Hospital de Fuenlabrada para la Universidad de Alcalá de Henares. En este caso se ha desarrollado un simulador de realidad virtual para la preparación de nutrición parenteral. En él se implementa un gemelo digital de una cabina de flujo laminar, en la que el usuario utiliza representaciones 3D de componentes reales. Estas representaciones son obtenidas mediante técnicas de fotogrametría para preparar recetas de nutrición parenteral paso a paso. En las pruebas realizadas, la totalidad de los alumnos fueron capaces de reproducir el proceso en el entorno real tras someterse al entrenamiento en realidad virtual, evitando el gasto de componentes y el riesgo asociado a la formación.
Esta es una muestra del enorme potencial de las tecnologías inmersivas, que van mucho más allá del sector del entretenimiento. En Many·Worlds, llevamos años trabajando con estas tecnologías y aplicándolas en distintas industrias, visítanos para ver cómo también te pueden ayudar en tu negocio.
